Pero todo sí tenía que ver con el hecho de que yo estaba expuesto a un ser humano que sabía cómo pensar y que tenía la increíble idea de que él podía enseñarme a hacer lo mismo. El cristianismo —y en particular el evangélico— ha sido censurado en la esfera intelectual. Nada está más lejos de la verdad, pero muchos ven al cristianismo como el filtro de la persona que no piensa. Piensan que hacerse cristiano quiere decir meter la cabeza en un cubo y volarse los sesos con un revolver calibre 45. (En
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